martes, 31 de enero de 2012

Sant Just i Pastor: una iglesia con mucha historia





Hace unos días se publicaba en la prensa una noticia sobre los recientes hallazgos en la Iglesia gótica de Sant Just i Pastor (en la Plaça Sant Just) descubiertos gracias a unas obras de restauración para reparar un suelo de madera plagado de termitas.  Esta noticia, como verán, da veracidad a la historia que la situa como la iglesia más antigua de Barcelona. 

Según cuenta la leyenda, justo en el lugar donde se halla la iglesia, antiguamente existia un templo pagano dedicado al dios Mitra, el cual fetilizaba la tierra con la sangre del toro que él mismo mataba. Por lo que parece, los legionarios romanos practicaban este culto pero con una pequeña distinción. No era un toro lo que sacrificaban sinó cristianos que luego eran arrojados al Pozo de los Sacrificios, situado en la misma Plaza Sant Just. Luego, los familiares de los muertos, recuperaban sus cuerpos a través de unos pasadizos subterráneos construidos por ellos mismos aprovechando el camino de las cloacas romanas. Pasadizos que se convirtieron en las catacumbas donde se reunían los cristianos para enterrar a sus muertos y celebrar sus misas.

Esta historia se basa en que antes de construir la primera iglesia de Sant Just (en el siglo  IX) se hallaron unos conductos bajo tierra y cloacas de la Barcelona romana.  Pero nada indicaba que se utilizasen para recuperar los cuerpos de cristianos ejecutados. Esta primera iglesia cristiana recibió el nombre de Templo de los Santos Mártires y, en frente suyo, se construyó el cementerio. 

La iglesia actual data del siglo XIV y las recientes obras de restauración han destapado restos de edificios romanos de los siglos I y IV, restos medievales y entierros de la guerra de Sucesión de 1714. Concretamente, en la “capella del Santíssim”  ha aparecido un muro muy grueso del siglo I y también otro del IV. 


Así estaba la"capella del Santíssim" cuando acudí el otro día


También, cerca del altar se han encontrado restos de un muro del siglo IV y parte de una columna de granito que podría haber pertenecido a un primer templo católico de la época romana.


Finalmente, detrás del ábside han aparecido numerosos sepulcros de las víctimas del ataque de las tropas de Felipe V sobre Barcelona en el año 1714. Pero han sido tapadas para garantizar la seguridad del edificio.

Esta no es la primera vez que se hallan restos arqueológicos al hacer reformas en esta iglesia ya que, en el siglo XIX, se encontraron algunos de los pasadizos subterráneos que íban desde el centro de la nave hasta la  calle Palma de Sant Just.

Otra de las cosas curiosas relativas a la Iglesia de Sant Just es que antiguamente acogía tres privilegios:  el Juramento de los judíos;  el  Privilegio de la Batalla Juzgada y, en último lugar, el Testamento Sacramental.

El juramento de Judíos consistía en que cualquier juramento judío debía realizarse en esta iglesia.
El segundo privilegio, el de la Batalla Juzgada, consistía en que antes de proceder a un duelo entre caballeros, los contrincantes tenían que jurar  que utilizarían las armas pactadas para el duelo y que no usarían amuletos, piedras preciosas ni armas mágicas. Así como suena.

El tercer y último privilegio, el  Testamento Sacramental, permitía que los barceloneses que estuviesen en peligro de muerte pudiesen expresar a los testigos su última voluntad. Ese testamento oral se convertiría en válido si, en un plazo  máximo de seis meses, los testigos jurasen ante el altar de San Félix que el testamento se dictó de viva voz.  Este privilegio estuvo vigente hasta 1991, en que fue derogado.

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